Norina in DON PASQUALE - ROH Covent Garden London, July 2006
The cast is sensational (…) Polish soprano Aleksandra Kurzak is an exceptional Norina.
The Guardian - Tim Ashley
But it is most significant for the discovery of a star in making: the Polish soprano, Aleksandra Kurzak, who brings to the complex role of Norina infectious theatrical charm while singing with passion, conviction and a rare subtlety.
The Observer - Anthony Holden
The Polish soprano Aleksandra Kurzak, in a role debut, is a delightful, fresh-tored Norina (…) It’s hard to imagine these roles better taken and the singers were stipulated to give their best by Bruno Campanella’s deft conducting.
The Mail on Sunday - David Mellor
Aleksandra Kurzak’s pouting, pert Norina is the best thing about this revival (…) I love the crystalline precision of her coloratura and the cultured warmth of her tone.
Times - Richard Morrison
But there’s some true bel canto from the excellent cast, particularly by Aleksandra Kurzak’s delightful Norina.
Sunday Express - Clare Colvin
Norina's first aria was delivered from a high balcony but most of her face was obscured by a balustrade, a pity since Aleksandra Kurzak was a delight, looking like an animated Bo Peep and tossing off her coloratura with the deft brilliance of pebbles skimming water.
Evening Standard - Fiona Maddocks
He visto muchas ‘Norina’ pero no creo haber encontrado a alguien mejor que Aleksandra Kurzak, una viuda muy alegre cuya primera aparición es en ropas menores en la cama de 'Ernesto'. El contraste con su ‘Sofronia’ no podría ser más grande, más efectivo dramáticamente y por lo tanto más convincente. Kurzak, a quien he escuchado muchas veces en Hamburgo, es una cantante de muy buena figura y cara expresiva, que sabe moverse con desparpajo por todo el escenario y que aprovecha cada oportunidad dramática para aumentar su rol, para hacerlo aún mas adornado y creíble. Su figura dominó la escena y su canto llenó la sala, con una voz penetrante, de cierto grado de dureza pero flexible a fin de permitirle todas las coloraturas que le salieron impecables, y además un trino de muy buen gusto. Los agudos son perfectos pero sin alardes, son parte del rol y no algo lanzado para recibir aplausos, y si al final de la obra recibió la ovación más grande (y ella resultó la primera sorprendida), fue porque el público reconoció a una artista en un rol y no una cantante con agudos. ¡Así si que vale!
Mundoclasico.com - Eduardo Benarroch
La noche de apertura fué dominada por la soprano polaca Aleksandra Kurzak, una viuda muy alegre de voz especacular y muy suelta en escena que pasó de Norina a Sofronia con suma facilidad y con gran contraste dramático. Y qué comica que resultó en el proceso! La Kurzak, a quien ya había escuchado muchas veces en la Ópera de Hamburgo, es una cantante sólida de coloratura muy segura y fácil, con un cierto grado de dureza en el forte que da aun más drama a sus caracterizaciones. Esta no fué una Norina tontita y dócil, al contrario.
Operayre - Eduardo Benarroch